sábado, 16 de junio de 2012

TIPOS DE CULTURAS INSTITUCIONALES ESCOLARES



Los conceptos de cultura y de imaginario institucional.

Cuando nos referimos a las instituciones solemos tener una imagen-representación: “es tradicional”- “moderna”- “no existe”, etc.
Estas y otras tantas expresiones, son formas de señalar que cada escuela tiene una “personalidad”, un “estilo”.
La imagen-representación de la institución no solamente contiene contenidos manifiestos sino también aspectos menos visibles. El estilo de los vínculos, los modos en que se toman las decisiones, la percepción de los actores institucionales, etc.
Por lo tanto, cada institución posee rasgos de identidad y señas particulares que les son propias, ambos constituyen y simultáneamente son aprehensibles en los que denominamos CULTURA INSTITUCIONAL.




La cultura institucional es aquella cualidad relativamente estable que resulta de las políticas que afectan a esa institución y de las prácticas de los miembros de un establecimiento. Esto nos brinda un marco de referencia para la comprensión de las situaciones cotidianas, orientando  e influenciando las decisiones y actividades de todos aquellos que actúan en ella.



Toda cultura halla su sustento en un imaginario institucional.

El imaginario es el conjunto de imágenes y de representaciones- generalmente inconscientes- que, producidas por cada sujeto y por cada grupo social, se interponen entre el productor y los otros sujetos tiñendo sus relaciones interpersonales, sociales o vínculos con el conocimiento.

En otras palabras, el imaginario matiza, tiñe y altera la relación que cada “actor” tiene con la institución, con los otros y con la tarea específica.


TIPOS DE CULTURAS  INSTITUCIONALES ESCOLARES.

La institución escolar:
Una cuestión de familia
La institución escolar:
Una cuestión de papeles o expedientes
La institución escolar:
Una cuestión de negociación
-Rasgo hegemónico.
La escena familiar
La exageración de la racionalidad
La negociación
-Currículum prescripto.
Es ignorado
Se lo considera como un sistema “duro” difícil de modificar
Se concibe como un “organizador institucional”
-Modelo de gestión.
“Casero”
“Tecnocrático” 
“Profesional” 
-Contratos.
Lealtades invisibles, contratos imposibles
Formales o burocráticos
Concertados, explícitos y sustantivos
-Vínculos privilegiados.
Afectivos,  los sentimientos desplazan la tarea
Impersonales, los sentimientos son ignorados
Contractuales, respetuosos, los sentimientos están puestos en la tarea
-Dimensión sobrevaluada.
Ninguna
La administrativa y la organizacional en sus aspectos formales
Ninguna
-Dimensión devaluada
Todas
La comunitaria
Ninguna
-Dimensión central.
Ninguna
La administrativa
la pedagógico-didáctica
-Tendencia riesgosa.
Dilución de la especificidad institucional
El aislamiento respecto de la comunidad y de la sociedad
Asambleismo
-Modalidad de conflicto.
Interpersonales, suelen no resolverse ni elaborarse
Son “negados” o eludidos. No se resuelven, se definen por posiciones de jerarquía
Surgen por divergencias en las posiciones, se resuelven por elaboración
-Participación.
Se considera que no requiere especial atención (siendo todos de la familia)
Se la puede solicitar formalmente
Deseada y buscada
Comunicación.
Se desvalorizan los canales formales
Prevalecen los canales formales, verticales (descendentes o ascendentes) y escritos
Se resignifican los canales formales, no se desconocen los informales
La comprensión de los tipos de cultura institucionales servirá para identificar por un lado, posibles problemas a superar y por el otro, los puntos fuertes en los cuales sustentarse para que cada escuela cumpla mejor sus funciones sociales.


ACTORES, INSTITUCIONES Y CONFLICTOS.

En las instituciones son necesarias las reglas que abren el escenario para que se pueda cumplir con la función específica.
En el corazón de la relación de los actores con la institución se encuentran movimientos simultáneos y contradictorios de atracción-repulsión.

Los actores desarrollan, consciente e inconscientemente, una serie de estrategias para las cuales utilizan los recursos institucionales a los que tienen acceso y sobre los que ejercen algún control, con el fin de obtener satisfacción a sus deseos y necesidades, individuales o profesionales.

En toda institución el conflicto es inherente a su funcionamiento, es parte de su propia dinámica.

El posicionamiento de los actores frente a ellos puede ser de la siguiente manera:
-El conflicto es ignorado. Este es el caso en donde los problemas o dificultades no adquieren el carácter de importancia o “urgencia” que merecen por los miembros de la institución, como ser: la deserción, la calidad de los aprendizajes en los alumnos, etc.
-El conflicto se elude. Encontramos instituciones en las cuales el conflicto es percibido como tal por los actores pero se evita su explicitación. Sin embrago estos circulan por canales informales de comunicación bajo la forma de rumores, “chismes”, etc.
-El conflicto se redefine y se disuelve. Esto es factible cuando personas o grupos se reúnen y establecen acuerdos mutuos en función de ciertos objetivos compartidos. El conflicto o “síntoma” pierde la importancia que tenía, deja de obstaculizar la tarea y la situación evoluciona.
En definitiva, el conflicto no se resuelve, pero se aprende a operar a pesar del mismo, porque el contexto se ha modificado.
-El conflicto se elabora y se resuelve. Para ello, es necesario analizar los procesos de construcción del problema, plantearlos, negociar y tomar decisiones, consensuadas según el contexto, para lograr la resolución del mismo.
Por lo tanto, mientras más claramente se logré identificar las respuestas habituales y las alternativas posibles, más efectivamente se manejarán los conflictos.


Fuente:  Frigerio,G.; Poggi,M. y otras.- Las instituciones educativas: Cara y Ceca 

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